Edna Julieth Bobadilla
Médico General - Universidad Surcolombiana de Neiva
Neuropediatra - Universidad Nacional de Colombia
Contacto: dra.ednabadilla@tuamiganeuropediatra.com
Los trastornos del desarrollo motor corresponden a todas aquellas patologías que dificultan la adquisición de los patrones de desarrollo motor en los niños y pueden causar detención de esta área del desarrollo o pérdida de los hitos motores que previamente se habían logrado.
Nuestro movimiento es el resultado de la interacción de estructuras tanto del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) como del periférico (neuronas motoras del asta anterior de la médula, nervios periféricos, unión neuromuscular y músculos). La alteración de cualquiera de estas estructuras llevará a un trastorno del desarrollo motor.
Diferentes signos de alarma o principales motivos de consulta de los trastornos motores de origen periférico o enfermedades neuromusculares fueron abordados en nuestro Blog anterior titulado “Retraso del desarrollo motor: la punta del Iceberg de las enfermedades Neuromusculares”. Sin embargo en el día de hoy nos enfocaremos en los que son de origen central.
El principal trastorno motor de origen central (SNC), es la Parálisis Cerebral, ocasionada por todas aquellas noxas que afectan el sistema nervioso central durante las etapas más importantes del desarrollo cerebral que son los primeros dos años, dentro de las cuales se encuentran:
Encefalopatía hipóxico-isquémica o falta de niveles adecuados de oxígeno a nivel cerebral. Se presenta principalmente en etapa perinatal o al nacimiento.
Accidente cerebrovascular, llamado en el lenguaje común “trombosis cerebral”.
Infecciones del sistema nervioso como las meningitis, encefalitis entre otras.
Traumatismos craneoencefálicos severos.
Aumento severo de los niveles de bilirrubina principalmente durante los primeros días de vida.
Prematuridad.
Los signos tempranos que pueden sugerirnos la presencia de Parálisis cerebral son:
1. Retraso motor.
2. El niño permanece con las manos empuñadas y no las abre para hacer agarres.
3. El dedo pulgar del niño siempre está flexionado y permanece incluido en la palma.
4. Posturas anormales de los brazos y piernas con rigidez o incremento del tono muscular.
5. Al mover el niño o al alzarlo, las piernas se tornan rígidas y tienden a cruzarse.
6. El niño arquea constantemente la espalda y el cuello lanzando la cabeza hacia atrás.
7. El niño solo usa una mano para alcanzar los objetos. Recuerden que ningún niño es zurdo o diestro antes de los cinco años y menos antes de los dos años.
8. Los niños no pasan objetos de una mano a otra.
9. Al sentarlos siempre se caen hacia un mismo lado y no usan el brazo de ese mismo lado para evitar caerse.
10. Gatean inclinados hacia un lado, empujándose solo con una mano y una pierna
11. No pueden ponerse de pie incluso con apoyo.
12. En caso de lograr marcha, arrastran una pierna.
13. Persistencia de los reflejos del recién nacido, dentro de los cuales es frecuente la permanencia del reflejo de sobresalto ante un sonido fuerte o movimiento súbito del niño. Este reflejo, llamado reflejo de Moro, solo es normal durante los primeros tres meses de vida.
Es importante que como médicos y familias conozcan siempre cuáles son todos estos hallazgos clínicos que pueden sugerir la presencia de un trastorno motor, para que consulten a tiempo y podamos iniciar intervenciones tempranas. En los trastornos motores, el inicio de terapia física de forma oportuna ayudará al niño en gran medida a mejorar sus patrones motores y por ende su pronóstico funcional a futuro.
Recuerden:
No minimicen los síntomas que se salen de los rangos de normalidad.
Siempre es necesario que un especialista en Neuropediatría evalúe al niño y descarte que estos síntomas no corresponden a una posible parálisis cerebral.
Instagram: @tuamiganeuropediatra
Facebook: Dra Edna Julieth Bobadilla- Neuropediatra Neuromuscular
