Clara Inés Merchán
Fonoaudióloga U.N.
Contacto: claramerchan@yahoo.com
La habilidad para narrar una historia involucra habilidades cognitivas y lingüísticas de alto nivel (Rhea & Smith, 1993) que incluyen la capacidad de ordenar una secuencia de eventos para crear un texto, usar un vocabulario preciso, expresar ideas sin apoyo extralingüístico, comprender relaciones causa-efecto y estructurar la narración a través de un esquema que le permita al oyente comprender la historia.
La narrativa se ha definido como: “una corriente ininterrumpida del lenguaje modificada por el hablante para capturar y retener el interés del oyente”. A diferencia de la conversación, el narrador mantiene un monólogo social produciendo lenguaje relevante a la narrativa total mientras presupone la información necesitada por el oyente. La narración incluye crear historias, relatar cuentos familiares, relatar programas de televisión o películas y contar las experiencias personales.
Aunque la conversación y la narrativa comparten varios elementos tales como un propósito, información relevante, intercambio claro y ordenado de información, reparación y la habilidad para asumir la perspectiva del oyente, difieren en forma muy significativa. La conversación es un diálogo, mientras que la narrativa es esencialmente un monólogo descontextualizado. Descontextualizado significa que el lenguaje no está centrado en alguna experiencia compartida dentro del contexto inmediato, sino que comunica alguna experiencia no compartida directamente.
La narrativa usualmente tiene un “foco agentivo”, lo que significa que está relacionada con personas, animales o personajes imaginarios comprometidos en eventos. La conversación generalmente involucra actividades dentro de un contexto inmediato.
El documento avances en el estudio del Desarrollo del Lenguaje: "Aprendiendo a través de la Interacción" (Cuervo, Acero, Flórez, 1990) define historiar como: “uno de los medios más fundamentales por medio del cual los seres humanos adquieren control sobre el mundo que los rodea. “Es un acto primario de la mente” (Barbara Hardy). En sus comienzos, el historiar no es una actividad consciente y deliberada, sino la forma en que la mente misma trabaja (Wells, 1986). Posteriormente, sin embargo, esta actividad empieza a hacerse consciente. Narrar una historia –contarla en palabras- necesariamente incluye selección y ordenamiento de los elementos que hay que juntar.”
El niño evoluciona gradualmente. Partiendo de la combinación de 3-4 palabras y de la estructuración de frases telegráficas en las que los niños reflejan relaciones semánticas (agente + acción + objeto ó agente + acción + locativo entre otros), inician la narración de eventos familiares muy significativos en su vida diaria. El niño construye cadenas aditivas de oraciones, las cuales no poseen una secuencia en el tiempo, ni una relación causa-efecto. Por ejemplo: ”la fiesta, compré regalo, comí ponqué, soplar la vela, payaso”. Acompañan estas cadenas con gestos, cambios prosódicos, onomatopeyas y elementos no lingüísticos que contribuyen a dar significado a su mensaje.
Para realizar esta investigación-acción en el aula revisamos lo que la teoría dice sobre el desarrollo de la Narración en el niño y sobre los diferentes modelos de la Gramática de la historia para luego elegir el modelo que se ajustara a nuestro taller investigativo.
Narrativa/Lengua Escrita
Las habilidades lingüístico- cognitivas integradas en la narrativa constituyen la base para el proceso de construcción de la lengua escrita.
Se basan en dos principios fundamentales: en primer lugar, se asume que el niño deberá apropiarse de la lengua escrita, de la misma manera que lo hizo con la lengua materna: en un permanente intercambio expresivo y comunicativo con sus semejantes, el cual se realiza desde el comienzo y con pleno sentido.
El segundo principio consiste en comprender que antes de la educación formal el niño da sentido y función a la escritura utilizándola con funciones comunicativas a partir de sus propias formas escriturales.
Con las investigaciones de Ferreiro y Teberosky se hizo claridad sobre los procesos y las formas mediante las cuales el niño aprende a leer y a escribir, descubriendo paso a paso las claves para el sistema alfabético de la escritura:
- En el nivel concreto o presimbólico los niños aún no han descubierto que la escritura remite a un significado. Enfrentados a un texto, lo interpretan como dibujos, rayas o letras. Todavía no han comprendido la función simbólica de la escritura, de ahí el nombre de esta etapa.
- En el nivel presilábico los niños han comprendido que la escritura representa algo y puede ser leída o interpretada. Los textos pueden representar los nombres de los objetos, han descubierto la relación entre la escritura y los aspectos sonoros del habla.
- En el nivel lingüístico, los niños descubren en esta etapa la relación que existe entre los textos y los aspectos sonoros del habla, lo que los lleva a formularse una hipótesis silábica. Piensan que en la escritura es necesario escribir una letra por cada sílaba emitida. A esta etapa se le llama silábica. Cuando no logra descifrar sus textos entra en conflicto y debe crear una nueva hipótesis que le permita comprender las características alfabéticas de la escritura. - Más tarde llega a establecer una correspondencia entre los fonemas y las letras que forman una palabra. A esta etapa se le denomina alfabética.
- Entre estas dos etapas existe una intermedia llamada silábica-alfabética en la cual el niño combina características de las otras dos.
Análisis de las Habilidades Narrativas
Se analizó un grupo de niños que participaron en un taller práctico semanal durante un año escolar en el cual se diseñaron situaciones en las que se facilitó la generación de historias a través de actividades tales como:
- narrar experiencias personales y del grupo
- recontar historias escuchadas previamente
- contar películas o programas de TV
- predecir del final de una historia
- crear historias a partir de personajes de la historia o ficticios
- expresar y analizar sentimientos y emociones vivenciadas por ellos.
- presuponer estados a partir de situaciones imaginarias
- solucionar situaciones supuestas
Resultados
Como conclusión se observó lo siguiente:
1. Introducción de la categoría de consecuencia directa, respuesta interna y la reacción, en sus narraciones estableciendo de uno a tres episodios completos en su historia.
2. Inclusión de nuevos elementos conectivos que enriquecieron la coherencia del texto, incluyeron términos tales como: porque, para que, cuando, pero...
3. Utilización de inicios y finales típicos de las historias como “había una vez...”, “un día” y “fueron felices para siempre”.
4. Utilización de términos relacionales de tiempo tales como “hoy”, “por la noche”, “un día”, “después”, “de pronto”, los cuales contribuyeron a estructurar su relato ubicando los eventos en una secuencia temporal.
5. En todas las narraciones se observa el establecimiento de relaciones causa-efecto, expresiones de sentimientos y emociones de los personajes, soluciones a situaciones supuestas, lo que refleja un incremento en las habilidades cognoscitivas.
Discusión
Nos parece interesante iniciar la discusión planteando la importancia de recuperar espacios en los que los niños interactúen tanto en el medio familiar como escolar, narrando eventos cotidianos, creando historias a partir de personajes reales y ficticios, recontando a sus pares, películas y cuentos tradicionales, etc. Esto permitirá desarrollar habilidades lingüísticas y cognoscitivas que no solo contribuirán a optimizar su proceso comunicativo oral, sino también le permitirá valorar el uso de la lengua escrita como otra herramienta mediante la cual expresar sus sentimientos, intereses, necesidades y acontecimientos significativos de su entorno, no vivenciados con su interlocutor.
Esta experiencia nos permitió reafirmar que el quehacer del fonoaudiólogo en el área educativa debe dirigirse hacia el desarrollo de habilidades lingüísticas más que perceptuales, puesto que estas se relacionan más directamente con la función social y comunicativa de la lengua oral y escrita.
Además, el proceso de construcción del significado a partir de la expresión lingüística permite al niño apropiarse de los contenidos escolares puesto que su pensamiento evoluciona a niveles de mayor abstracción.
Las habilidades narrativas se constituirán en la base para el desarrollo de procesos lingüísticos más complejos como la argumentación, presuposición, planteamiento de hipótesis.
Además, el proceso de construcción del significado a partir de la expresión lingüística permite al niño apropiarse de los contenidos escolares puesto que su pensamiento evoluciona a niveles de mayor abstracción.
Las habilidades narrativas se constituirán en la base para el desarrollo de procesos lingüísticos más complejos como la argumentación, presuposición, planteamiento de hipótesis, generalización de información y en general para procesos superiores del lenguaje que permitan al sujeto funcionar efectivamente en el medio educativo y en su entorno social.
BIBLIOGRAFIA
CONDEMARIN, M. (1990) “Lectura Correctiva y Remedial”, Pg. 165-221.
GUTIERREZ,V. QUINN ROSEMARY (1993). “Assessing naratives of children from diverse cultural/lingustic groups: language speech and hearing services in schools”. Vol. 24, 2-9.
HOGGAN,K & STRONG,C. (1.994) “The Magic of Once upon a Time: Narrative Teaching Strategies” Language Speech and Hearing Services in schools. Vol 25, 76-89.
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KRAINETZ, T & GILLAM, R. “An Examination of the Quality of Narratives Produced by Children with Language Disorders” Language Speech and Hearing Service in Schools. Vol. 27
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