Maria Elvira Herrera Benavides
Médico General y Psiquiatra General - Universidad Pontificia Javeriana
A veces damos por hecho que todas las personas saben lo mismo que nosotros. En mi práctica profesional me he encontrado que eso es muy frecuente y los médicos a veces damos por hecho que nuestros pacientes saben de qué les estamos hablando cuando tocamos algunos temas.
Este es el caso de la psicoterapia. Llegué a esta conclusión un día que estaba tratando a una paciente hospitalizada por depresión. Ella era una mujer joven, con un intento de suicidio, que me decía que llevaba unos meses deprimida, pero cuando hablamos en detalle nos dimos cuenta las dos que ella venía triste desde hace mucho más tiempo y para ese momento su situación se había hecho incontrolable en muchos aspectos y por eso decidió quitarse la vida. Cuando hablamos de su situación yo le sugerí que para que su mejoría fuera duradera lo mejor sería seguir el tratamiento farmacológico pero que también tenía que hacer una psicoterapia. Ella no me preguntó nada y me respondió que sí, que así lo haría. Ese día a diferencia de otras veces, como un impulso, decidí preguntarle si sabía qué era una psicoterapia. A lo que ella de manera tranquila me dijo que no, que no lo sabía.
Eso me dejó pensativa, eso significaba que en muchas ocasiones había indicado un tratamiento que las personas no sabían de qué se trataba entonces... ¿lo habrían llevado a cabo? Esta experiencia me llevó a ser mucho más específica a la hora de hablar con mis pacientes y explicarles qué es una psicoterapia, cómo y dónde pueden hacerla, quién puede hacerla y quién no.
Es por esta razón que decidí escribir este blog, para que muchas más personas puedan entender en qué consiste una psicoterapia y cual es su importancia dentro de los tratamientos por psiquiatría o por psicología.
La primera pregunta y la más básica es, ¿qué es la psicoterapia?
La psicoterapia es el tratamiento que tiene como objetivo el cambio de pensamientos, sentimientos y conducta. Pero para qué ese cambio? Cuando una persona llega a un proceso psicoterapéutico llega con múltiples dudas y ansiedades bien sea porque todo en su vida está marchando de tal manera que no se puede adaptar o porque le cuesta trabajo desprenderse de algo que ha perdido o porque terminan por darse cuenta que no es el mundo el que es agresivo con ellos, sino ellos mismos son quienes intentan ir en contra de su realidad o porque se dan cuenta que su vida no era tan feliz o tan estable como pensaban.
Es decir, la llegada de una persona al proceso psicoterapéutico viene acompañada de la incertidumbre y las dudas de un momento de la vida en que al parecer todo falla. Es en ese momento que la persona que busca este tipo de ayuda necesita poder confrontar esos pensamientos emociones y sensaciones con otra persona. ¿Por qué tiene que ser así? porque si la persona tuviera fácil acceso a la resolución de estas situaciones, pues lo haría sin necesidad de buscar la colaboración de alguien externo.
Llamaremos a la psicoterapia proceso psicoterapéutico, porque es un trabajo gradual que va por etapas. En el intercambio de cada sesión el paciente va trabajando e identificando cuáles son sus dificultades y hacia dónde debe dirigirse. He aquí un punto importante de la psicoterapia. La psicoterapia no está fundamentada en una serie de consejos en los que el terapeuta le dice al paciente qué decisiones tomar, sino que es el paciente mismo quien en el trabajo conjunto logra acceder a esas respuestas que no son evidentes.
Lo anterior nos lleva a un punto esencial: -¿Quién debe hacer una psicoterapia? debe ser llevada a cabo por un psicólogo o un psiquiatra con formación de psicoterapia. -¿Por qué debe ser así? porque la psicoterapia no es una conversación amistosa con alguien que cumple las funciones de un amigo. El psicoterapeuta es un profesional que a partir de lo que se le cuenta detecta cuales son los problemas y obstáculos más relevantes del problema de la persona que consulta. Desde ese punto de vista es una intervención que tiene unas herramientas específicas orientadas a llevar a cabo un movimiento psíquico que sea útil para quien la lleva a cabo.
Hay personas que consideran que la función de una psicoterapia la puede cumplir una charla con algún amigo o familiar. ¿Por qué la psicoterapia no es equiparable a este tipo de apoyo? Aunque el apoyo de la familia y los amigos es fundamental en los momentos difíciles de la vida a veces ellos también están involucrados en el problema que la persona tiene que resolver. En consecuencia, lo que esta persona va a contar esta sesgado por el temor, la vergüenza, la rabia, el rencor o demás emociones y pensamientos que las personas evitan revelar por temor a ser juzgados o por la reacción que puede tener su entorno. Así, cuando estamos con un psicoterapeuta entrenado, el está en la capacidad de poder recibir, procesar y analizar esos pensamientos y emociones y devolverlos a la persona con una serie de construcciones simples, reales y sin prejuicios que le permitan al paciente pensar sobre su situación y cómo hacer parte de la solución .
Una de las principales limitantes para que las personas acudan a la psicoterapia es la relación equivocada que las personas hacen entre psicoterapia y “locura”. Este es un prejuicio que ha hecho carrera a lo largo de la historia, evitando que las personas que lo necesitan accedan a este tratamiento por temor a ser calificados como débiles o enfermos mentales. Así mismo las personas temen ventilar sus cosas privadas frente a un desconocido, sin embargo, en ello radica una de las ventajas de la psicoterapia. Al ser una persona con la cual no hay un vínculo consanguíneo, de subordinación o afectivo no se tiene el riesgo de sentirse rechazado y puede expresarse como lo desee.