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El Detrás de Cámaras de las Pesadillas

Escenas nocturnas terroríficas o aterradoras pueden haber hecho parte de un mal sueño en algún momento de nuestra vida, con una producción cinematográfica que puede superar a cualquier película de Hollywood con efectos especiales, de maquillaje y vestuario que parecen tan reales como su contenido y ni qué hablar de los personajes, el mejor casting jamás visto que cualquier director o productor podría estar impresionado solo por el relato.


Y es que las pesadillas pueden parecer tan reales que mientras las vivimos tenemos la sensación de que todo esta ocurriendo en la realidad; pueden acompañarse de diferentes sensaciones negativas como el miedo, la angustia, el enojo, el disgusto, la vergüenza, la tristeza y la desesperación e incluso se pueden manifestar con llanto o quejido. Nuestro corazón se pone a mil por hora, puede haber sudoración y despertarnos muy alterados.



Y que son las pesadillas?


Existe un grupo de eventos que ocurren de forma anormal durante el sueño que conocemos como Parasomnias y aunque su nombre suene paranormal, son muy frecuentes, casi todos hemos tenido alguna en nuestra vida e incluyen las pesadillas, los terrores nocturnos, el sonambulismo, las parálisis del sueño.


Recordemos que tenemos dos grandes fases de sueño, el sueño REM por sus siglas en inglés que significa con Movimientos Oculares Rápidos y el sueño No REM que se refiere al sueño donde no hay movimientos oculares rápidos. Este a su vez tiene tres etapas: sueño superficial que comprende dos fases N1, N2 y sueño profundo que solo tiene la N3. Las ensoñaciones o a lo que comúnmente les decimos sueños donde nuestra imaginación, la memoria y todos los circuitos cerebrales de las emociones, nos llevan a tener imágenes con una historia (así algunas veces no sea coherente), algunas veces placenteras otras no tanto, se llevan a cabo durante el sueño REM. Y es justo en esta fase de sueño REM donde ocurren las pesadillas.


Podríamos resumir diciendo que las pesadillas son sueños de contenido emocional estresante, que involucran una generación de conciencia interna o secuencia de sueño que para la persona que la está teniendo es real y al despertar recuerda con detalle el contenido de este sueño.

Desencadenantes de Pesadilla


Hay ciertas circunstancias que hacen que aumente la frecuencia de las pesadillas que pueden ser factores del individuo o del ambiente:


  • Fiebre

  • Privación de sueño

  • Estrés y contenido emocional negativo previo a ir a la cama

  • Ejercicio físico intenso antes de ir a dormir

  • Vejiga llena

  • Patologías o síntomas afectivos como depresión y ansiedad

  • Enfermedades sistémicas

  • Otros trastornos del sueño que generen fragmentación del sueño como lo son los Movimientos periódicos de las piernas y el Síndrome de Apnea Hipopnea Obstructiva del Sueño (SAHOS)


Hasta el 60—75% de los niños han presentado pesadillas; cuando son de forma aislada no constituyen un trastorno de sueño pero cuando son recurrentes llegan a afectar la calidad del sueño y si además tienen síntomas diurnos de sueño no reparador configuran un trastorno de sueño conocido como el Trastorno por Pesadillas, que se presenta entre el 1-5% en la preadolescencia y son más frecuentes en pacientes con ansiedad o Trastorno por estrés postraumático; en esta ultima entidad se pueden presentar hasta en el 80% de los pacientes en los primeros tres meses de haber ocurrido el evento que genera el estrés (casi siempre relacionado con hechos violentos).



Tratamiento de las Parasomnias


Existen algunas medidas No Farmacológicas, que pueden ser aplicables a todas las parasomnias, dentro de estas encontramos:


1. Medidas de Higiene de Sueño: que incluyan horarios regulares para ir a dormir, rutina clara, dormir el numero de horas adecuadas para la edad, limitar el uso de pantallas de dispositivos electrónicos y cuidar el contenido emocional previo a ir a dormir.


2. Terapia Cognitivo Conductual, que es impartida por psicología.

3. Manejo en caso de que corresponda a un cuadro afectivo predisponente (ansiedad, depresión).

4. Tratar el trastorno del sueño subyacente o comórbido: la presencia de otro trastorno de sueño puede generar fragmentación del sueño que es la causa más frecuente de las parasomnias, dentro de estos cobra vital importancia el SAHOS.


El tratamiento Farmacológico se usa como alternativa cuando no hay respuesta a medidas no farmacológicas, aunque el riesgo de accidentes es alto. En términos generales se usan medicamentos que reduzcan el sueño REM.

Dentro de los medicamentos útiles en el manejo de las parasomnias están:

  • Antidepresivos tricíclicos

  • Inhibidores de la recaptación de serotonina

  • Y algunos estudios han mostrado que la Melatonina podría ser eficaz



 

Lina Marcela Tavera Saldaña.

MD Neuropediatria y Medicina del Sueño.

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