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Deterioro Cognitivo Leve (segunda parte)



Como se señaló en el blog anterior el deterioro cognitivo leve puede considerarse como un estado intermedio entre la cognición normal y el trastorno neurocognitivo (demencia). Los síntomas en este cuadro clínico son los siguientes:

Quejas cognitivas: los pacientes con deterioro cognitivo leve, en particular el subtipo amnésico, se quejan principalmente de alteraciones en la memoria. Algunos estudios muestran que las quejas subjetivas de la memoria predicen el deterioro cognitivo, incluso en pacientes con pruebas normales. Se debe aclarar que los pacientes adultos mayores con cognición normal se quejan con frecuencia de dificultades con ciertos aspectos de la memoria (ver blog cambios cognitivos relacionados con la edad) como recordar nombres. Los informes subjetivos de problemas de memoria a menudo también pueden estar relacionados con el estado emocional, y es así como la memoria puede afectarse en los trastornos afectivos (por ejemplo pacientes con depresión). En contraste con la alteración de la conciencia de los déficit comúnmente presentes en los pacientes con enfermedad de Alzheimer los pacientes con deterioro cognitivo leve suelen estar particularmente preocupados. por sus síntomas.

Síntomas neuropsiquiátricos: al igual que ocurre con la demencia, los síntomas del estado de ánimo y del comportamiento son más frecuentes en los pacientes con deterioro cognitivo leve que en los pacientes de la misma edad sin ningún tipo de alteración cognitiva. La prevalencia del trastorno depresivo en estos pacientes varía del 25 al 40 por ciento; otros síntomas comunes incluyen irritabilidad, ansiedad, agresión y apatía. La relación entre la depresión y el deterioro cognitivo es complicada. El deterioro cognitivo puede ser un síntoma de presentación de la depresión, lo que algunos teóricos antiguamente denominaban pseudodemencia, pero a su vez la depresión también puede ser una manifestación temprana de deterioro cognitivo.

La evaluación de los pacientes que presentan quejas cognitivas se centra en establecer la gravedad de las deficiencias y proporcionar una línea de base para realizar el seguimiento.

La consulta con un especialista es la piedra angular de cualquier evaluación de alguien con pérdida de memoria puesto que en ella se realiza la historia clínica. Idealmente, debe haber un informante disponible. Los objetivos son evaluar la gravedad de la pérdida de memoria y el grado, si lo hay, de deterioro funcional que limita la independencia en las actividades diarias. Aunque el límite no siempre es claro, el deterioro funcional es un indicador clave que distingue la demencia del deterioro cognitivo leve. Al hablar de eventos actuales que involucran una variedad de temas a menudo es posible desarrollar un sentido del grado de problemas amnésicos. Discutir la competencia financiera actual y premórbida con los pacientes y los miembros de la familia puede ser otra medida útil del estado cognitivo que puede ser particularmente sensible al deterioro temprano. También debe realizarse una evaluación breve y completa del perfil cognitivo del paciente. Ejemplos de evaluaciones cognitivas breves y validadas incluyen el Mini Examen del Estado Mental de Folstein (MMSE), la Prueba Corta de Estado Mental de Kokmen y la Evaluación Cognitiva de Montreal (MoCA). Se debe realizar un examen médico y neurológico integral para identificar las fuentes de las causas no degenerativas del cambio cognitivo. También se deben investigar las afecciones psiquiátricas subyacentes.

Pruebas neuropsicológicas: los pacientes que dan positivo en el diagnóstico de DCL mediante la historia clínica y la evaluación cognitiva breve deben someterse a pruebas cognitivas más profundas como pruebas neuropsicológicas con interpretación basada en datos normativos apropiados.

Neuroimagen: el papel de la neuroimagen en la evaluación del deterioro cognitivo leve está evolucionando en la actualidad. Algunos especialistas sugieren realizar una tomografía computarizada (TAC) sin contraste para evaluar la presencia de enfermedad cerebrovascular, hematoma subdural, hidrocefalia de presión normal o lesión de masa. Otros sugieren solicitar una resonancia magnética (RM) con cortes coronales para obtener imágenes del hipocampo.

Si usted identifica alguno de los síntomas mencionados le sugerimos consultar a un especialista para realizar una entrevista clínica y pruebas de tamizaje que permitan hacer una impresión diagnóstica y determinar si debe realizarse o no una valoración más profunda y detallada.

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