Jaime Andrés Contreras Cardoso
Psicólogo y Neuropsicólogo Escolar Politécnico Grancolombiano
Pedagogo - humano SENA
Músico - Universidad Pedagógica
“Cuando ya no podemos cambiar una situación tenemos el desafío de cambiarnos a
nosotros mismos” Viktor Frankl
Cuando a un paciente se le plantea la opción de asistir a una terapia por alguna
dificultad emocional, afectiva, cognitiva, conductual, etc. se ve enfrentado a una
variedad de especialidades médicas completamente desconocidas para él hasta ese
momento.
En el blog de hoy vamos a hablar de la labor del psicólogo y del neuropsicólogo y
cuándo deberíamos acudir y a cuál especialidad.
Psicólogo
El psicólogo se encarga de mantener la salud mental (equilibrio entre lo emocional,
lo psicológico y social) del paciente estable; para lograr esto recopila informaciones
concretas o hechos específicos sobre las conductas y las experiencias de los
pacientes y así puede diagnosticar futuras acciones y/o futuros trastornos en el
paciente.
A diferencia de otros especialistas el psicólogo no hace intervención terapéutica, el
psicólogo ofrece apoyo psicoterapéutico al paciente, es decir, ejercicios o
actividades que puedan reforzar la expresión de sentimientos, mejorar su
autoestima, su autoimagen y contener y manejar la ansiedad.
El psicólogo se encarga de aumentar la capacidad y las estrategias adaptativas y de
afrontamiento del paciente de un modo positivo de manera que le permitan
sobrellevar lo mejor posible su día a día.
Al psicólogo debemos acudir cuando una situación supera nuestras capacidades
para afrontar la vida diaria (insomnio, falta de apetito, disfuncionalidad en el trabajo,
desadaptación social, falta de apetito, etc.).
Neuropsicólogo
Especialista que estudia la relación entre el cerebro, sus procesos y la conducta. El
cerebro es el órgano que est’a generando constantes cambios en el cuerpo, en sus
diferentes áreas cerebrales y en el sistema nervioso central.
Los neuropsicólogos se encargan de las enfermedades, trastornos y las lesiones en
el cerebro que afectan la manera en la que piensa, siente y actúa una persona
(dificultades de memoria, trastornos de aprendizaje, estados de ánimo variables,
problemas de atención, concentración, etc.).
El neuropsicólogo se debe consultar cuando alguna de estas dificultades cognitivas
o de aprendizaje persiste por más de seis meses:
Adquisición del lenguaje o creación de palabras
Incapacidad para retener información a corto plazo y por ende
evocarla a largo plazo
Dificultades en aprendizaje espejo (imitar a otros)
Dificultades para mantener la atención
Debilidad en movimientos finos (caminar, levantar un objeto, etc.)
Cualquier señal de que un proceso cognitivo superior (memoria, seguimiento de
instrucciones, clasificación, creatividad, toma de decisiones, motricidad fina y
gruesa, comparación está afectado debe ser consultado con el neuropsicólogo
quien se apoya en neurólogos y médicos para orientar un diagnóstico y crear una
INI (Intervención Neuropsicológica Integral) para crear hábitos, cambios en la
ingesta, cambios en el ambiente y modificar rutinas para poder estimular el área
cerebral que se ve afectada o comprometida.
En conclusión, el psicólogo acompaña al paciente a superar esas situaciones que lo
afectan emocional y psicológicamente y el neuropsicólogo lo ayuda a tratar
problemas de ámbito clínico neurológico.
Es importante tener una valoración previa antes de escoger el especialista
adecuado.
Lectura recomendada:
Ardila, A. (2014). El futuro de la neuropsicología en Latinoamérica.
Florida International University. AMCAOF. PP 93-94.
Comentários