top of page

Mi cerebro musical II: trastornos de percepción musical

Foto del escritor: Jaime Andrés Contrera CardosoJaime Andrés Contrera Cardoso

Jaime Andrés Contreras Cardoso

Psicólogo y Neuropsicólogo Escolar Politécnico Grancolombiano

Pedagogo - humano SENA

Músico - Universidad Pedagógica



“Si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco” Pyotr Ilyich Tchaikovsky



Un breve resumen de la primera parte de mi anterior artículo titulado Cerebro Musical: nuestro cerebro responde a estímulos acústicos producidos por ondas que conocemos como sonidos; las ondas sonoras entran por nuestros oídos y viajan por nuestro tallo cerebral y el mesencéfalo hasta llegar a nuestro córtex auditivo primario y secundario donde se procesa y se unifica la información de las ondas convirtiéndose en música.


Pero ¿qué pasa con las personas que no tienen o pierden la percepción musical?

Los trastornos de percepción musical son un área de estudio muy reciente, de la cual tenemos poca información. En este artículo nos vamos a referir al trastorno conocido como Amusia.


Amusia o agnosia musical es la pérdida de la capacidad para percibir uno o más de los componentes de la música (ritmo, melodía o armonía); no afecta el componente motor musical como el canto, la interpretación o la ejecución de un instrumento. Puede ser congénita o adquirida.

Amusia Congénita: aparece desde el nacimiento y se le conoce como “sordera de tono” es decir, dificultades para el procesamiento del tono (la diferencia entre la altura o distancia que hay entre dos ondas sucesivas, un ejemplo en música es la distancia entre Mi y Sol); los pacientes que presentan esta condición tienen variaciones estructurales en el lóbulo temporal y en el frontal. De acuerdo con algunos estudios (Barquero-Jiménez & Payno-Vargas,2001), la amusia congénita parece presentarse en el 5% de la población.

Amusia Adquirida: este trastorno puede aparecer en cualquier momento de la vida de la persona y ser causado por un accidente cerebro vascular (ACV), por la instalación de un implante coclear (IC), tumores cerebrales, epilepsia, alzheimer, esquizofrenia, entre otros.

Dependiendo del área del cerebro que se altere por alguna de estas causas se afectarán una o más funciones musicales del cerebro (percepción, ejecución instrumental, lectura, ritmo, expresión musical).

Las personas que sufren de amusia son incapaces de cantar en el tono que está compuesta una pieza musical, no reconocen cuando están fuera de ritmo, fuera del compás musical; no identifican una pieza musical (aunque la estén interpretando en un instrumento o con la voz); incluso músicos teóricos, músicos de interpretación, músicos de concierto, etc., que tienen amusia adquirida pueden interpretar canciones, leer toda su estructura en el pentagrama, pero no la reconocerán al escucharla.

Para concluir, la razón por la que se dice que un porcentaje tan bajo de personas tiene amusia en el mundo es por la falta de herramientas neuropsicológicas para diagnosticarla y que los pacientes que la padecen suelen creer y decir que es falta de conocimiento, percepción o entendimiento musical.


Referencias

-Barquero-Jiménez M., Payno-Vargas MA. (2001). Amusias. Revista Neurología. Barcelona

-Garcia, N., Berthier, M., Froudist., & all. (2013). Model of music cognition and amusia. Elsevier Doyma

Contacto: jacontreraspsi22@hotmail.c

38 visualizaciones1 comentario

Entradas recientes

Ver todo

1 Comment


marthapenhapreciado
marthapenhapreciado
Aug 14, 2021

Julio Cortázar 1977 “La música en general, y el jazz en particular es una especie de presencia continua incluso en lo que yo escribo. Mi trabajo de escritor se da donde hay una especie de ritmo que no tiene nada que ver con la rima, ni con las aliteraciones, es una especie de latido, de swing, como dicen los jazzistas, una especie de ritmo que si no está en lo que yo hago es para mí la prueba de que no sirve y hay que tirarlo y volver, hasta finalmente conseguir..."

Like
bottom of page