Martha Peña Preciado
Médica general y Neuróloga - U. Nacional de Colombia
Contacto: mpena@ioir.org.co tel 57601- 3534016
Mycobacterium leprae, parece dar menos temor cuando se le nombra por la bacteria que la produce, un bacilo acidorresistente medio curvo e indiferente a toda la discriminación vivida desde hace cientos de años por quienes se infectaron.
¿Qué haría usted si su hijo juega en el colegio con otro chico, pero este chico tiene lepra?
¿Qué haría usted si su compañero de oficina le dice que recibe tratamiento para lepra?
¿Qué haría usted si una persona con lepra le da la mano para saludar?
Sí, súbitamente nos desplazamos a la Edad Media, discriminamos, ignoramos la ciencia.
En enero año a año se piensa nuevamente en la Lepra o enfermedad de Hansen, es necesario cambiar la historia.
El Ministerio de Salud en Colombia quiere que recordemos:
1) ¡Tu piel habla, escúchala! Si presentas una o varias manchas planas o elevadas en cualquier parte del cuerpo que usualmente no pican ni duelen, ¡consulta!
2) Tu vida seguirá normalmente, puesto que no se transmite mediante contacto ocasional (saludar, jugar o trabajar juntos)
3) ¡En Colombia el tratamiento es gratis! Detiene la transmisión y previene discapacidades. Permite un diagnóstico a tiempo y vive sin barreras.
¡Diagnosticar, curar y prevenir la discapacidad y no discriminar
En Colombia la Lepra se sigue transmitiendo (400-500 casos por años, tipo Multibacilar) y si no se hace un seguimiento adecuado a las personas que podrían estar infectadas, se darán cuenta tarde ellas mismas (tendrán secuelas, limitaciones) y el sistema de salud no logra siempre hacer diagnósticos tempranos.
Los síntomas neurológicos más relevantes se concentran en el papel de los nervios sensitivos. Hay áreas en la piel en donde no se siente igual o no se siente nada, ni calor ni frío, podría uno quemarse y no darse cuenta. Esto les puede recordar un pasaje de Cien Años de Soledad de García Márquez: ..."Amaranta sintió el peso de la conciencia. Para pagar el desaire que le hizo a Pietro Crespi se dejó quemar una mano en el fogón, y hasta su muerte cubrió el brazo con un trapo negro. Era como si quisiera llevar luto por el difunto"
Fue mi primer diagnóstico de Lepra, solo con la confianza que Amaranta no sintiera un dolor que todavía llega a mi memoria.
La lepra al progresar sin tratamiento también lesiona los nervios motores haciendo que los músculos se atrofien, se pierda fuerza, se presenten contracturas haciendo que los dedos tengan una posición anormal.
"Una pastelería en Tokio", es la película para pensar que el daño que hacemos como sociedad es tan grande como el que hizo un bacilo curvo acidorresistente.
Martha Peña Preciado
Neurología, Instituto Roosevelt
telefono 57-601- 3534016
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