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Desarrollo Motor (I)

Actualizado: 11 abr 2021




El desarrollo motor se refiere a un aprendizaje permanente del comportamiento motor del niño como resultado de la práctica y la experiencia. Aunque el aprendizaje no puede ser observado directamente sí se pueden apreciar los logros motores que presenta el niño día tras día. El desarrollo progresivo de las habilidades es la tarea primordial del sistema nervioso.

Es fundamental que los fisioterapeutas sepan valorar adecuadamente el desarrollo psicomotor de los niños, puesto que su alteración es la señal y a veces la única, de una disfunción del sistema nervioso central. Para ello es necesario conocer adecuadamente las características de normalidad para así poder detectar cualquier alteración. El desarrollo NO es un proceso rígido, ni estereotipado, existe variabilidad, siendo ésta una característica que debemos tener siempre presente.

Para el desarrollo de las habilidades motoras los niños deben encontrar algo en el ambiente que les motive a actuar. Las habilidades motoras representan soluciones a los objetivos inmediatos de los niños. Cuando ellos se sienten motivados a hacer algo, pueden crear un nuevo comportamiento motor.

Características del desarrollo motor

  • Su progresión es céfalo-caudal, es decir que comienza a partir del control de cabeza y termina en los pies, cuando el niño ya camina.

  • Progresa en sentido próximo-distal, esto es que primero se integran las movimientos gruesos como los de los hombros o las caderas para terminar en los movimiento finos de los dedos de las manos y de los pies.

  • Evoluciona progresivamente desde respuestas amplias y globales hasta los actos más precisos y concretos.

  • Los reflejos primitivos se integran para dar paso al desarrollo del movimiento voluntario.

  • La secuencia del desarrollo es la misma para todos los niños, aunque el rango de edad de adquisición es variable.

Evolución de algunas adquisiciones fundamentales del Desarrollo Psicomotor

  • Cómo es un recién nacido?

El recién nacido permanece en posición fetal con patrón flexor durante las primeras semanas.

Dirige la mirada pero solo tiene un alcance de 15 a 20 centímetros. Esta es la distancia entre el seno y la cara de la madre. No puede enfocar, mira directamente a los ojos y debemos entrar en su campo visual.

Ha desarrollado plenamente el sentido del olfato.

Es capaz de realizar movimientos de la cabeza girándola a un lado y al otro, como una reacción de búsqueda y una reacción de defensa tanto en prono (boca abajo) como en supino (boca arriba).

Al poco tiempo el patrón flexor empieza a ceder y la musculatura extensora se activa progresivamente. Al poner al bebé boca abajo eleva la cabeza y la gira como un movimiento de defensa.

Cuando está boca arriba, el bebé por la influencia el patrón flexor fisiológico, da la apariencia de cierta organización del cuerpo en línea media, sin embargo, esta organización no es activa. Al ir cediendo la flexión el bebé se mantiene la mayor parte del tiempo en una posición asimétrica, lo que da inicio a un despliegue de las habilidades organizativas que el bebé trae consigo y que le van a permitir autorregularse y adaptarse al medio extrauterino, menos protegido y más demandante. Estas habilidades organizativas son la base para la interacción con el entorno y actos vitales como amoldarse al regazo de la madre para ser amantado, transitar del sueño a la vigilia de manera fluida, adaptarse a cambios del ambiente como ruidos, nivel de luz, etc.

Hacia el primer mes de vida y al ir cediendo el patrón flexor se desarrolla un patrón activo de triple flexión en las extremidades inferiores, que facilita el inicio del pataleo. La visión mediante la fijación y el seguimiento pasa a ser principal promotor de los giros de cabeza y del equilibrio muscular para lograr mantenerla en línea media, mostrando interés por otras personas en primer lugar y en segundo término por los objetos que se le presentan. Los periodos de vigilia son más largos y sus movimientos más enérgicos. En posición prona el bebé logra mantener por más tiempo levantada la cabeza.

El bebé de dos meses

En el segundo mes como respuesta a la interacción con los padres el bebé ya presenta de manera consistente contacto visual mantenido y es capaz de responder con miradas y vocalizaciones en una protoconversación, es decir alternando turnos con el interlocutor.

La asimetría postural va disminuyendo en parte por el desarrollo de la extensión de columna lo que permite que el bebe pueda levantar los brazos en actitud de alcanzar y llevar las manos a línea media; también facilita el contacto de los ojos hacia las manos y juega con ellas frente a su cara, liberando la mano en puño y el pulgar que eran parte del patrón flexor.

En posición prona se activa la extensión de la parte superior de la columna por lo cual se inicia el desplazamiento del peso y el centro de gravedad en dirección caudal (hacia los pies) organizando los puntos de apoyo sobre las manos y antebrazos y logra mantener esta posición liberando el movimiento activo y voluntario de la cabeza.

El bebé de tres meses

Hacia el tercer mes las cinturas escapular (hombros) y pélvica (caderas) se alinean, por lo que la cabeza permanece de manera estable en línea media y así logra el control cefálico, de manera que su postura corporal, en este momento, ya es simétrica y el niño puede mover su cabeza independiente de sus hombros.

En prono (boca abajo) el apoyo sobre los codos mejora y facilita la apertura de las manos; la activación de los extensores de columna alcanza el nivel dorsal lo que a su vez estimula la extensión de caderas, esta mayor extensión de columna permite que el bebé pueda llevarse ambas manos a la boca y es la primera coordinación entre ambas manos y la boca lo que le proporciona una fuerte estimulación tactil.

La pelvis va a girar hacia atrás (retroversión) y así el bebé puede levantar sus piernas. El trabajo de los músculos de la zona del abdomen es necesario para controlar el tronco de manera eficiente. A la vez que permite al niño mantener el centro de gravedad estable, lo que lleva a un control activo de la postura cuando está boca arriba: el niño puede jugar en esta posición, desplazando activamente el centro de gravedad hacia la cabeza. Además, el bebé comienza a controlar los rangos medios de movimiento que preparan el alcance y la manipulación.

Al llevarlo hacia la posición sentado trata de ayudar porque hay mayor control flexor: el control cefálico es producto de la mayor orientación en línea media, el control flexor, y los mecanismos de enderezamiento laberintico y óptico que son fuertes. Al acostarlo de medio lado mantiene la postura y realiza alcances con sus manos.

En la próxima entrega continuaremos explicando el desarrollo motor del niño.


correo electrónico: additagc@hotmail.com




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