Hay personas que viven intensamente la profesión que han escogido y por eso dejan su impronta en todos aquellos que se benefician de su conocimiento, ya sea como pacientes, como amigos o como alumnos. Esta persona fue el doctor Medina Malo. 

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Nosotros, sus alumnos, los que aprendimos de él en primer lugar a respetar al paciente, a analizarlo desde el mismo momento en que abre la puerta del consultorio, a no descuidar ningún detalle de la Historia Clínica, a involucrar a la familia en el manejo de ese niño que nos trae una madre angustiada, en una palabra a amar la Neurología y específicamente la Neuropediatría, nos podemos considerar privilegiados por haber tenido la oportunidad de recibir sus enseñanzas y de ponerlas en práctica para ayudar a tantas personas. 

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Un Maestro como el doctor Medina Malo sigue viviendo en todos y cada uno de los estudiantes que crecieron a su lado y que hoy multiplican sus enseñanzas. 

 

Grupo Educerebrix